Pido disculpas a mis lectores por publicar esta primera prosa en este blog de pretendidos poemas o prosas poéticas:
¡De tal palo tal astilla! ¿Recuerdan al papá cuando llegaba su día de cobro? Pues la tecnología avanzó y el día de cobro para este vástago suyo llega con:
1) La comida semanal, (dieta preferentemente ovolactovegetariana, sin filosofía que la sostenga, sino por austeridad en aprendizaje ¡Al fin...!
Amo los asaditos, las carnecitas, los pollos y los pescados preparados de cualquier modo, pero solo me los reservo a esos gustos, para cuando, una auténtica alma caritativa me los invita o "convidan", esto ya con mi aporte dinerario respectivo, en relaciones de tipo amistosas y en igualdad condiciones y oportunidades.
2) Los vicios de siempre, pero en estos nuevos tiempos, y luego de habérnoslo enseñado el aislamiento obligatorio de la pandemia, vía cadete y en forma mensual:
a) Cigarrillos muy económicos de la Tabaquería Petroff (el mismo proveedor del papá, pero ahora, atendidos de parte de sus hijos y para otro hijo de un cliente viejo)
(Baltimore en base a la no más fabricación de los Gavilán).
A $ 2.960 el cartón de 200 puchos. Solo para personas únicas, pues como Gavilanes, son de papelito marrón, ondina cigarritos).
Sin embargo, la Verdad de la Milanesa, es que son consumidos principalmente por parte de los "congéneres padecientes", con economías personales muy ajustadas. Semejan el vicio de los chupistas de Toro en tetrabrik, que son los que buscan el "efecto", en este caso: del tabaquismo fuerte, ni más, ni menos que el efecto buscado por los faloperitos legales, es decir aquellos que consumimos tabaco, café y mate a rolete, por el efecto del transe que nos producen los alcaloides, y que nos despeja a más no dar nuestra mente, pero la mantenemos a la peligrosa: la falopa ilegal a raya total, "la putísima cocaine", en la que gracias a Dios jamás caímos.
Así son las cosas en estos estratos.
¿Qué bebedor de Toro lo consume para degustarlo?
Solo lo beben, por ejemplo, como para ahogar sus tristes penas en la soledad total de sus monoambientes, inclusos garajes.
Nosotros lo faloperitos legales, nos salvamos de no consumir plantas alucinógenas poderosas, pero si o si, nos va la ondina chamánica urbana, con estas sustancias que usamos como medios para nuestras iluminaciones, generalmente noctámbulas y cuando el cuerpo ya está al plote, del tabaco, el café y el mate a rolete.
c) En paquetito azul: velas que ya no son más rancheras de sebo, sino las de santería (Católica total, es en donde yo le compro a su dueña también llamada Analía: El Divino Niño, al frente de la Basílica de la Merced, en Rivadavia 170 Loc. 23). Velas Vera Cruz de parafina x 30 fabricadas para todas las santerias de la ciudad por La Lumbrera, con sede en la calle Dean Funes, muy cerca de mi vieja casa Colorín Colorado. Solo puede comprar 30 en lugar de las 100, que mis muchas oraciones por todos y todas, requiere mi ser. Esto en base al recorte de presupuesto, efectuado por el legislativo: "La Apoyo de la Causa".
d) La dieta: En reemplazo de la carne, el pollo y el pescado que era la fórmula mágica de la Coquita, acompañados por cualquier tipo y color de verduras y en cualquier forma, hoy las proteínas las como en Huevos, Queso Fresco, un lujito de 200 gr de Roquefort, y más lácteos: (crema de leche para las pastas con quesito rayado y un yogurt de litro semanal).
No pueden faltar: una o dos tartas de acelga o zapallitos a la semana. 😉😋 He aprendido que a los cabos del paquete de acelga se les llama pencas y quedan excelentes en escabeche que me los como en una sentada a todos, recién preparados, calientes y sin macerar, al igual que el otro escabeche Alippi García, nuestro pollo coquezco y con rodajas de limón.
Costo de las compras semanales en los almacenes y verdulerías de este Barrio Marechal, con uno o dos elementos de limpieza y/o maquinita de afeitar y cada tanto, 3 pilas AAA..., para el veladorcito carpero que me gusta tener en mi mesita de luz. Hasta diciembre: $ 15.000 y desde este enero $ 20.000 (reitero: la semana y para un hombre solo y eventualmente alguna que otra visita, como mi compañera cada 15 días y uno que otro pirucho que se apersone y "se haga realidad su aparición salida de entre la red social" con la que me comunico a diario con él y con muchos más, todos "del palo" mis vulnerables de toda la vida.
Relación proveedor, amigo y vecino con el cliente leal:
¡Excelente te felicito!
Y para cuando ya no queda más nada de "tatinga": el bien merecido fiado de una que otra empanadita árabe y una de las mejores coquitas, la de 350 cc, en su nuevo envase renovado y más chic..., ahí mismo sobre el mostrador del almacén y con un pedazo de rollo de cocina como servilleta y como lo digo: ¡Haciendo amigos con "precios cuidados" y respetando la debacle de la inminente hiper inflación con la que no se puede deber, más que de semana a otra, ¡cuanto mucho! e incluso con hasta un 5% de interés, cobrado por el almacenero, si es que los precios subieron mucho en ese tiempo. Así se cultiva la sagrada relación comercial, de los que nos criamos con el apoyo incondicional de la JADICHA, DON ROMERO, RIVAROLA, ¡Y HASTA EL MANCO DE LOS BUENOS DÎAS Y SU SEÑORA!
Este último apartado va dirigido muy especialmente para el Regente:
En cuanto a los Baltimore, no encontré información sobre cigarrillos con ese nombre. Sin embargo, encontré referencias a “El libro de los Baltimore”, una novela del autor suizo Joël Dicker. Esta novela es la continuación de “La verdad sobre el caso Harry Quebert” y sigue la historia de Marcus Goldman, quien explora su pasado y la historia de su familia.
Si tienes más detalles o si hay algo más con lo que pueda ayudarte, por favor házmelo saber.
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